viernes, 30 de julio de 2010

Pasas de noche

Se adelanta al paso el pie izquierdo, si hay un cuerpo ó silueta en la acera de enfrente.
Hablo de los dos posibles escenarios: noche ó día.
Entonces se explica qué a ciertas horas del día hay tráfico, embotellarse.
Caminan por las calles inseguras las personas, el alumbrado toca el asfalto con la luz.
Sin embargo, no te importa a ti la inseguridad. Ahí, del otro lado.
Esa persona que espera paciente, siendo una figura/ "aunque no cuida le línea".
Cruzar, y entonces a esa silueta se añade la cartografía/ escenografía.
El público al segundo acto aplaude con sus manos, porque el primero fue maravilloso.
Porque el segundo será más intenso y fascinante.
De día, sus gestos dibujan la obra, ó el baile decora la escena.
¿Por qué la gallina cruzó la calle?
Alguien con el folio 291, admira su boleto. Los ojos se cansan de tanto signo.
¿Y quién sabe de qué más?
Qué si venía desvelado, cansado ó estresado (la palabra favorita del siglo XXI).
Al tercer acto, las manos revelan su ensoñación.
Han elegido a un hombre para resolver la interrogante que titula la obra.
291, no es el número de la suerte. Y él no es actor.
No hay que prestar atención al cruce de dos sujetos que se creen aves.
Ni modo de practicar de otras maneras, ni modo de no interactuar con los otros.
Después de todo es de noche, y su pareja le dice:
Responde, nada malo te puede pasar.

Espinosa Zaragoza Mario Alberto

sábado, 10 de julio de 2010

El Zanate (intertextos: El buitre- Kafka y El cuervo- Poe)

Eráse un zanate que me picaba los ojos. Mis lentes se habían roto, y al vivo mis ojos, al viento del pico del ave nada más.
Yo sentado con los pies descalzos y los ojos sobre la ventana, los portazos que rompen el silencio a la llegada de un ave que vendrá mañana. El sonido estruendoso que se acerca de atrás, de fuera de mi habitación tranquila, ruido de familia y nada más.
Habrían de cambiar los llantos de allá afuera, cuando el viento inquietará mi estancia. ¡Oh! no, que mi idea del cuervo no muera, invada a "un" la lucidez fantástica: Jamás.
Los lentes oscuros evitaron el acecho, del miedo al buitre que se haría provecho: con mis pies, pies tendidos al suelo, guías de su circular vuelo: que en mi boca no sería más.
Demonio en su mirada, lo hacía antiprofeta de hombres que vomitan el alma tras provocar arcadas, sus alas ondeaban inquietas: la serenidad que a ellos no llegaría jamás.
Negado al deseo de preguntarle su nombre, me admire de su profunda compañía: venidera de la inmundicia humana, permanente hasta el amanecer del día. Su aroma conllevó a la abrupta distracción, alejando mis oídos de flujos sonoros, haciendo así a la nariz en acción. A la noche mis ojos, ¡Para siempre jamás!.
Sin consejo de nadie, el zanate consumió mis ojos, llorosos de sangre, ríos rojos. Esperando mi inmóvil figura, un buitre evocando a la tristura. El cuervo así, permanecía contemplando mi dolor desde dentro. De nombre Jamás.

Espinosa Zaragoza Mario Alberto

Intensidad de tus botas

Sostenida la ocasión por la trenza del recuerdo en que te escribo
habré de recibir el comentario de un lejano vivo.
Adicción por la pesadez, que en caminatas se volvía calor
cálidez de mujer, luego esos verbos desaparecidos,
basta sólo respirar por momentos en que él otro habla.
Hacerse a la escucha, reafirmar el encuentro de distancias recorridas
que en suma de los dos sería poca.
Detalle profundo que es hallarte en visión de la alegría,
pausa, y así el play, con la memoria que graba poco
en ausencia de cámara
a ellos les queda mirarte así, con simpleza de hoja pálida
a nadie como a mí, mirar el rosa en profundidad
de líneas que construyen tu rostro.
Siempre que me interese conocerlo
más que a mí/ más que al mío.

Espinosa Zaragoza Mario Alberto

viernes, 9 de julio de 2010

Innombrable Samuel Beckett

Por ahí vi a Beckett
hecho huesos huesos pobres cadáver notorio de arrugas
ahí está Beckett
abajo de las líneas del relieve visible
gusanos en eco primer amor se hizo viejo
ahí el Beckett que no espera
imaginando muerte a edades primitivas
absurdo de irlandés veinte siglos de sentido
Beckett es influjo de conciencia Samuel
Samuel Becket conciencia de influjo es
idéntico a sí mismo igual que la compañía del diferente
una mosca y qué más? ahí dentro
imagínate imaginar
un día feliz la imaginación muerta
de Beckett nada se habla sólo
eso que compone la compañía del 89
yo a tres años de ti
alcanzaré la intertextualidad del solitario
luego ahí el epitafío de 1906

Espinosa Zaragoza Mario Alberto

jueves, 8 de julio de 2010

Plagio al calendario

Sobre Julio se lanzan miradas
de niños que rompen los platos, mujeres que compran zapatos
vejez con paraguas (insólito baño)
hace semanas teníamos a Mayo
correr de Tierra/ correr de luna.
y la moneda en el aire se queda cuando el nublado tapa el sol
con un dedo.
los niños ya rompen los platos, su mamá se come el caos.
mascotas en las calles, ¿las ves?
la avenida domestica animales, papás rompe huesos
violencia domestica
a Julio le faltan días para tener la nostalgía de Noviembre.
pasan Enero, Marzo, Abril, Mayo y Junio.
ha parar el reloj de arena de las escuelas
ha parar el despertador digital de mi madre
el niño gira el trompo/ así la Tierra.
Agosto:
revive los profesores muertos, tranquiliza la ciudad de hueva
fanática de vacaciones soleadas.
el timbre toca el calendario del dedo
de/es Julio. Leyendo oraciones
que ha nacido en Agosto
no mueras Febrero.

Espinosa Zaragoza Mario Alberto

martes, 6 de julio de 2010

A: Ko Un

Partículas componen "efímero", hablar de codicia a los particulares, todos nos asombramos de ver tan corto el día. Superponer un dato, la igualdad de una partícula en relación con el tiempo, por segundos acaba mi día. Decir interminable, te cuento que mi monotonía deja las partículas de lado. Interesante comentario de percepción, efimero recuerdo tendré de tu dato.

Espinosa Zaragoza Mario Alberto.

Un final diferente para "Poema"- Julio Cortázar

Además te quiero, y minutos antes de despertarte y si tus ojos se congelan
un café brillante diferente al frío.


(Poema 2 es conclusión perfecta del 5 y 6 que decidió no hacer con número: esa vela tendida)

Espinosa Zaragoza Mario Alberto.

Graduación de las letras anónimas

La Sociedad de Alcohólicos Anónimos reúne a cientos de sujetos x, se conocen, y luego, después de respirar el aire callejero, aparecen en la cochera de Mario Alberto. Entre perogrulladas, varias, consiguen que asienta con la cabeza. A unos de ellos les ofrezco whisky, otros se niegan al vino, hay alguno que me ha tirado un caballito de tequila. Por regla general la cerveza los obliga a dar el sí, con la sonrisa maliciosa del adicto.

Los graduados y yo, es un juego clásico del edificio de la esquina, en relación con la cochera personal. Soy el examen alcoholizado de todas las personas que recuperan su nombre al dejar el etanol. Mi risa burlesca, estruendosa y continúa les abulta los oídos, terminan con actitud del nervioso. Necesitan unos grados en alcohol.

A 4 casas tengo un centro de rehabilitación para drogadictos.

Espinosa Zaragoza Mario Alberto.

Deficiencia númerica

¿Cuánto cuesta un viaje al paraíso?

Reprobé matemáticas, apenas y aprendo algo en economía. Por todo lo qué he escuchado, yo diría que vale mucho.

Espinosa Zaragoza Mario Alberto.

Cierra el pico

¿Cuándo me llevarás al aviario?

Estás castigado. Te acabaste el maíz por darle de comer a las palomas, no seas descarado hablando de aves. Hoy no será, soy tan inflexible como el pico del pájaro carpintero.

Quack (se dicen los patos, al estanque de la escena).

Espinosa Zaragoza Mario Alberto.

Designación de absolutos/ tiempo

El siempre, la cuantificación de la historia y la post-historia, en razón de una reactividad que a los ojos de cualquier sujeto se plantea cómo el roce a la eternidad. El nunca, cuantificación de los mismos tiempos, se plantea contraria a la mínima actividad, la imposibilidad de los colectivos e individuos por ser una implicación en el espacio.

La generación de modelos garantiza la implicaciones de las sociedades hacia la post-historia. Olvidan los sistemas: la fracción de tiempo que queda imperceptible. La imposibilidad de certidumbres en el porvenir o devenir, según sea el caso.

Espinosa Zaragoza Mario Alberto.