Al niño
Un empobrecimiento, la dificultad de evocar lo no-unidad. Hay dificultades de naturaleza más fácil, pero se contienen en la comparación. Digo, todo empieza por decir: esa rara figura del crecimiento, lo cercano acrecienta. Lo difícil es describir algo a partir de su altura sin unidades de medición; luego viene aquella reminiscencia de la pequeñez primera. Era niño, la altura es un impedimento de escarabajos/ lagartijas; insectos varios reptiles. Aquella vez me resbalaba con las cintas, al suelo tocar el piso debajo de mis piernas, los ojos veían las piedritititititas diminutas. El cruce, en el cielo las nubes desarrollan tamaños símiles interrumpidos cortes por disgregaciones estéticas. Niño, niño, has esto y más, engrandece y madura [relacionar con una fruta "x"], una presión del afuera, adentro las contracciones, quizá, estomacales. A todo eso el niño habla, lejos de la memoria, recuerda la única vez de la relación: unidad-tiempo se veía todas edades: jugaba con la quietud de un anciano; notación del primer pelo de su no-bigote.
Danté Manzana